Los vendedores de una propiedad suelen cometer muy a menudo un error: ser demasiado optimistas. Esto suele suceder porque subestiman el esfuerzo de una venta y a menudo terminan comprometiéndose demasiado rápido con un comprador.Â
En realidad no hay ningún problema si el comprador es solvente, pero también puede ocurrir lo contrario.
Hay muchas razones por las que un posible comprador se echa para atrás. Nos gustarÃa darte algunos ejemplos comunes.
Ejemplo 1: El préstamo cancelado
La familia GarcÃa, estaba muy entusiasmada con tu propiedad. CreÃas haber encontrado los compradores perfectos. Ellos estaban muy decididos a comprar, incluso al precio que pediste inicialmente. Asà que le prometes a la familia GarcÃa que retiras el inmueble de la venta hasta que gestionen su hipoteca. Pero como muchas familias, la familia GarcÃa necesita la aprobación de la hipoteca para comprar su propiedad. El señor y la señora GarcÃa, como trabajadores por cuenta propia, el éxito comercial de su pequeña empresa ha sido evaluado por el banco como demasiado incierto, los ahorros que tenÃan como demasiado bajos y finalmente decide denegar su solicitud.Â
Cuando la familia GarcÃa te cuenta las malas noticias, ¡incluso tuviste que consolarlos! Ahora tienes que empezar de nuevo a buscar compradores. Â
Ejemplo 2: Se rompió el amor
Una joven pareja, Alejandro y LucÃa, quieren desesperadamente comprar su propiedad. Y tu casa encaja muy bien en sus planes, pensaron de qué color pintarÃan las paredes, en cómo amueblar los dormitorios y para demostrarle que eran solventes, le trajeron todo tipo de documentación. ¿Qué podrÃa salir mal? Asà que cancelaste todas las demás solicitudes.Â
Pero de repente, antes de la firma con el notario, Alejandro y LucÃa retroceden. Los dos han vuelto a pensar y la casa no encaja con su situación actual de vida. En otras palabras: Alejandro y LucÃa se han separado. Y tú has aprendido otra lección: los compradores todavÃa se pueden determinar, mientras el contrato no esté firmado, todavÃa pueden retroceder. Este ejemplo, también es bastante común de lo que piensas.Â
Incluso si no es la situación más fácil: tiene sentido mantenerse en contacto con otros compradores, incluso si ya se ha decidido por un comprador.Â
Por ello, la opción más tranquila es la de contar con un agente inmobiliario. Él se encarga de mantener informados al resto de compradores y también les ayuda a encontrar otras propiedades disponibles. Además comprueba la solvencia de las partes interesadas por adelantado y asà te ahorra sorpresas desagradables.Â
¿No tienes tiempo para cuidar de todos los posibles compradores, llevar a cabo negociaciones y comprobar la financiación? Ponte en contacto con nosotros ahora, estaremos encantados de ayudarte a vender tu propiedad.
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